martes, 2 de agosto de 2011

CAPITULO 4


  -¿Qué quieres? - le pregunté a Matt
  -Nada, solo hacerte compañía, te vas a ir el domingo y no sé, me parece que está bien que pase más tiempo contigo, eres el único amigo que he tenido en toda mi vida - respondió tranquilamente. Yo me quedé atónito, había sido su único amigo, y la verdad es que él también era mi mejor amigo y, en este momento, el único amigo, nunca había confiado tanto en nadie ni lo había pasado tan bien con nadie; excepto con… no, pero eso no tenía nada que ver, eso no había sido solo amistad.
  -Pues, ahora que lo comentas, tú también has sido mi único y mejor amigo; claro, sin contar con las chicas (Cris y Paula); y me alegro de que hayas sido tú y no cualquier otro - era absolutamente verdad, de pequeño tuve varios amigos con los que jugaba al fútbol, a la play, vamos; con los que pasaba los ratos, pero Matt era un amigo de verdad de esos con los que puedes contar durante toda la vida y nunca te decepcionan.

 Nos dimos un abrazo, de los de verdad, de los que quieres que duren para siempre porque lo estás compartiendo con una persona verdaderamente importante para ti y a la vez sabes que tú también eres importante para esa persona.
 Cuando nos separamos, estuvimos sentados, supongo que él estaría pensando, como yo.
 Tenía tantas cosas en las que pensar… primero, lo que me había dicho Luna; segundo, que me marchaba el domingo y aunque este sitio no sea lo mejor de lo mejor, los amigos que tenía aquí sí lo eran y no me quería despedir de ellos; tercero, Luna me gustaba y o se lo decía en esta semana y, por lo menos me iría con una respuesta, o podía callármelo, ya que seguramente no podríamos tener  una relación seria ni aquí ni fuera de aquí, y cuarto, que será de mí fuera de estas paredes.

  -Ya que estoy aquí, podemos hablar de todo un poco, ¿verdad? - preguntó como si lo de antes no hubiera pasado.
  -Sí, claro, ¿de qué quieres hablar?
  -Bueno… ¿qué hacíais aquí Luna y tú? - pregunto con su típica curiosidad pintada en el rostro.
  -La directora me dijo que le tenía que enseñar a Luna la biblioteca, eso es todo - contesté con voz cansada.
  -Sí, claro - murmuró.
  -Venga, ¿no pensarás que…? Ya estamos otra vez. No estábamos haciendo nada fuera de lo normal que se hace en una biblioteca - insistí.
  -Venga tío, admítelo. Pasáis mucho tiempo a solas; cuando le enseñaste el reformatorio, el otro día en la habitación, ahora en la biblioteca; y si no estáis a solas, intentáis separaros del grupo, como esta mañana - dijo.
  -Vamos, si ni siquiera sabe que estoy enamorado de ella - confesé.
  -¿Qué? ¿Cómo? - casi gritó - ¿Qué todavía no le has dicho nada a Luna?
  -¿Decirme qué? - no me dio tiempo a negar a la pregunta de Matt, la voz de Luna se escuchó al final del pasillo.
  -Eh… esto… nada - ¿y ahora qué decía? - ¿Y tú que haces aquí? ¿No estabas con Paula y Cristina?
  -Sí, pero me dejé la chaqueta - dijo señalando la chaqueta azul clarito que había en el respaldo de la silla en la que Matt estaba sentado.
  -Ah, toma; aquí la tienes - dijo Matt entregándole la chaqueta - Bueno, yo… yo me voy un momentito al baño. Aprovecha ahora para decírselo - me susurró Matt al oído antes de marcharse y dejarme con el marrón a mí.
  -Gracias Matt - Luna se volvió hacia mí - Nathan, ¿qué me tienes que decir?
  -Esto… - no me salían las palabras adecuadas, así que me rendí -  nada, no tiene importancia - ¿Qué no tenía importancia? Ja.
  -Vale, me vuelvo con Paula y Cris que como tarde un segundo más se pondrán histéricas. Pero prométeme que me lo contarás - dijo muy seria.
  -Te lo prometo - le contesté.
  -Vale, y respecto a la conversación de antes, en cuanto consiga deshacerme de toda compañía te buscaré para seguir hablando.
  -Sí, por favor - rogué. Necesitaba acabar la conversación anterior.

 Luna se dio media vuelta y me quedé mirando como se alejaba por el pasillo.
Al minuto o así llegó Matt.

  -¿Bueno qué tal?
  -Fatal, la he prometido que se lo contaría en otro momento.
  -¿Qué se lo contarás en otro momento? Tío, era el momento perfecto ¿Por qué no se lo has dicho? - dijo volviendo a sentarse en la silla de al lado.
  -Es que me he quedado… como bloqueado. No sé que me ha pasado - admití.

Hubo un largo rato de silencio que al final Matt acabó rompiendo.

  -No sé por que te bloqueas tanto, pero te voy a decir una cosa, si Luna te gusta, si de verdad estás enamorado de ella, díselo, porque la vida son dos días, el primero para elegir con quien quieres terminar de vivirla y el segundo para vivirla con esa persona especial; y si tú ya la has encontrado, es hora de que ella te encuentre a ti. Bueno, me voy a buscar a las chicas ¿te vienes? - me había dado el sermón y ya está, se largaba, siempre lo mismo, te decía una reflexión muy profunda y ¡puff! cambiaba de tema como si no hubiera pasado nada. Habría que seguirle el juego ¿no?
  -No sé, necesito tiempo para pensar.
  -¿Pensar? ¡Llevas tres días sin parar de pensar! Vamos, vente - insistió.
  -Ve tú, ahora os alcanzo.
  -Vale, pero no tardes mucho. Estaremos por la zona del lago - añadió antes de marcharse.

 Toda la biblioteca se quedó en silencio cuando Matt se marchó.

 ¿Y ahora que le diría a Luna? ¿Le contaba que estaba enamorado de ella o me inventaba una excusa creíble? Matt tenía razón, se lo tenía que contar, pero ¿cómo? Te quiero: esas dos palabras que se me atragantan cada vez que pienso en decirlas. Tenía miedo de decirlas, eso era todo, y hacía tanto que no las decía que, directamente, no me salían, desde hacía dos años casi ni las pensaba.
 Por otro lado, también estaba lo que ella me tenía que contar. Eso de:”la pregunta no es ¿qué te pasa?, si no ¿qué eres?” Tenía muchas dudas.
¿Y si realmente yo no era quién creía que era?
¿Y si no era simplemente un chaval en un reformatorio?
Y lo más importante: ¿y si yo fuera realmente el causante de su muerte o desaparición o lo que fuera que la había pasado? Jamás podría perdonármelo.

Entonces volví a recordarlo todo:
<<Estábamos en el penúltimo día del campamento de verano. Esa noche había sido la fiesta de despedida y nosotros estábamos fuera del albergue donde dormíamos, en la orilla del río. Ella llevaba un precioso vestido verde, del mismo color que sus brillantes ojos.
Ella rodeó mi cuello con sus brazos y apoyó su rubia cabeza en mi hombro, entonces yo rodeé su cintura con mis brazos y, en ese preciso instante en el que sus labios rozaron los míos hubo un pequeño destello dorado.
Ese pequeño destello se la llevó, no sé como ni a donde, pero se la llevó. Desapareció, no hubo ni rastro de ella. Grité desesperado, pero todo el mundo estaba demasiado entretenido en la fiesta>>.

 Una lágrima de tristeza rodó por mi mejilla. Me la limpié con un pañuelo, esa y las que siguieron.
Ella no estaba. Me había quedado solo y, por si eso fuera poco, ahora me sentía culpable de su desaparición.
Seguí pensando durante un buen rato. ¿Y si la policía tenía razón? ¿Y si yo era el culpable de su desaparición? No de la manera en la que ellos creen, pero de todas maneras, culpable, ¿y si tuvo que ver con los “superpoderes” que tengo? No estaba seguro, pero fue tan raro que me creería cualquier cosa. Desapareció sin aviso.
Pero yo no podía ser el culpable ¿verdad? ¿Por qué iba yo a querer que desapareciera si ella lo era todo para mí? Era de locos.

  -Hola otra vez - saludó Luna sentándose a mi lado  y sacándome de mis pensamientos.

 No sabía cuanto tiempo había estado pensando en la biblioteca, pero por lo visto, el suficiente para que Luna viniera a ver que me pasaba.

  -Hola - susurré sin muchas ganas.
  -He venido porque todos estábamos preocupados por ti y Matt me ha dicho que viniera yo a ver que te pasaba - Matt, como no, no había sido por propia iniciativa -. ¿Que te pasa? Tienes mala cara - preguntó preocupada.

No respondí enseguida,
¿Que qué me pasaba? Puf, me pasaban tantas cosas…
 Primero: llevaba dos años sintiéndome culpable por la desaparición de Lisa, impotente por no poder hacer nada para encontrarla; ella lo había sido todo para mí y desapareció sin dejar rastro.
 Segundo: este domingo cumplía dieciocho años y me largaba de aquí, me tendría que despedir de todos mis amigos para ir a otro lugar a empezar de cero.
 Y tercero, lo más complicado: Luna y lo que ella sabía sobre mis “superpoderes”. Por un lado estaba ella, que me gustaba, parecía entenderme y comprenderme mejor que nadie, aunque no tenía la suficiente confianza con ella como tuve con Lisa, pero aún así estaba muy enamorado, habría hecho cualquier cosa por protegerla y cuidarla, por demostrarle mi amor. Pero no sabía si ella sentía lo mismo por mí, esa era una de las pegas.
Y luego también estaba lo que ella sabía sobre que era o quien era o lo que me pasaba, en fin, que tenía todas las respuestas a mis preguntas fueran de amor o de “superpoderes”.

Me puse frente a ella y la miré fijamente a sus preciosos ojos azules, que me  cautivaban con su color y sentimientos. Ella me devolvió la mirada, me cogió la mano y me susurró:
  -Tengo que decirte algo.
 Asentí levemente. Sabía que no debía interrumpirla, que lo que me iba a decir no iba sobre amor, si no sobre otra cosa más importante en este momento.
  -Pero antes - prosiguió - prométeme que te quedarás hasta que termine.
  -Vale, - dije - lo prometo.

Un suspiro se escapó de entre sus labios.
  -Es muy largo de contar - comenzó -. Hay un tipo de personas que, por así decirlo, nacen con… habilidades especiales - siguió escogiendo cada palabra con mucho cuidado - tienen más resistencia física que el resto de personas, pueden correr más rápido, hasta volverse invisibles - dijo todo esto casi en un susurro como intentando que no la escuchara - y algunas habilidades más -me miró indicándome si tenía alguna pregunta o seguía con su discurso.
  -Bueno ¿y qué son? - pregunté un poco extrañado, ya que yo nunca había creído demasiado en criaturas sobrenaturales.
  -Son… Protectores Blancos. Existen desde el principio de los tiempos y su deber es proteger a los humanos de criaturas… malvadas.
  -¿Qué tipo de criaturas?
  -Asesinos de la Oscuridad. Son, como te he dicho antes, criaturas malvadas, les encantan la muerte, la destrucción, todo lo malvado y retorcido que existe, y solo desean hacerse con el control de este mundo para ver sufrir a todo ser vivo.
  -Y si todo lo que me estás contando es verdad, ¿yo que tengo que ver? - era una pregunta tonta, estaba seguro de que yo era uno de los protectores esos, pero aún así, necesitaba su respuesta.

 No llegó a contestar a la pregunta porque llegaron todos los demás con un chico que no había visto nunca en el reformatorio.
  -Vamos a jugar un partido - dijo Paula con un balón de baloncesto entre las manos - ¿os apuntáis?
  -Bueno… no sé, no me apetece mucho - intentó escaquearse Luna.
  -Anda, no seas tonta, vente, - dijo Cris - nos lo pasaremos bien.
  -Vale… - contestó Luna al final.
  -Por cierto, - intervino Matt señalando al chico que venía con todos - este es Víctor.

 Me fijé en el chico. Era alto, más o menos como yo, rubio, y con los ojos verdes, un verde demasiado familiar. Me recordaba a una persona a la que no quería recordar.
 Al verlo Luna se estremeció.

  -Yo soy Nathan - dije tendiéndole la mano que estrechó con demasiada firmeza mientras me respondía.
  -Encantado, soy Víctor.
  -Esta es Luna - la presenté cogiéndola de la mano  y tirando de ella hacia mí para darla confianza. 
  -Hola - saludó Luna tímida y desconfiada, sin separarse de mí ni acercarse a Víctor un milímetro.
  - Hola ¿Qué hay? - respondió él sin muchas ganas mientras ambos se estudiaban con la mirada.
  -La directora nos ha mandado que te le presentemos y que te digamos que tienes que le tienes que enseñarle el reformatorio. Como hiciste con Luna - explicó Matt.
  -Ah, pero es que ahora me viene muy mal, tengo que terminar de estudiar para el examen de mañana - dije intentando escaquearme - y, además, ¿no ibais a jugar al baloncesto?
  -Sí, pero tú también vienes ¿no? - preguntó Paula.
  -La verdad es que… - comencé a decir.
  -Vamos Nathan, nos lo pasaremos bien y, además, así te despejas un poco y luego estudias mejor - insistió Luna con mirada suplicante sin soltarme todavía la mano.
  -Vale, pero solo un rato - cedí, no me podía resistir a la mirada suplicante de Luna.
  -¡Bien! - chilló Cris y salió de la biblioteca seguida de todos, incluida Luna que se había soltado de mi mano y ahora caminaba junto a Paula.

Me di cuenta de que me había quedado un momento solo en la biblioteca y eché a andar hacia el campo de baloncesto.

 Después de ponernos el chándal, compuesto por un pantalón corto gris y una camiseta de manga corta, para los chicos, y de tirantes, para las chicas, azul clarito, subimos a jugar.
 Cris hizo los equipos a su antojo y nadie la contradijo, aunque yo observé que Luna estaba un poco incómoda por que tenía que ir con Víctor, el nuevo, pero ella no dijo nada.

Los equipos eran así: Matt, Cris y Nathan, yo, éramos el equipo uno y Paula Víctor y Luna, el equipo dos.

 Saltamos Víctor y yo, ya que éramos los más altos de cada equipo. Cuando empezamos a jugar todos nos quedamos boquiabiertos al ver como manejaba el balón  Luna.
 Cuando lo cogía era imposible quitárselo, pero por intentarlo no pasaba nada, así que corrí hacia ella y cuando pensaba que se iba a chocar contra mí, me esquivó y siguió corriendo hasta meter otra canasta.

Cuando pasó por mi lado para bloquear un posible pase de Cris para mí, murmuró:
  -¿De verdad quieres saber qué tienes que ver con toda esa historia?

 No me dio tiempo a responder porque salió corriendo para quitarle el balón a Matt.
 Y esta vez, en vez de tirar ella, le pasó el balón a Cris para que metiera canasta, que de casualidad marcó.
 Volvió a acercarse a mí y me susurró al oído:
  -Tú eres un Protector Blanco.  

5 comentarios:

  1. Esperamos que os guste. Gracias por leerlo.

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  2. Porrrrrrrrr finnnnnnn!!!!!!!!!!!! me encanta. El capítulo se me ha echo muy corto. ¿Sabeis cuanto he esperado? Mucho, demasiado para mi gusto :( pero esta muy guapo. Seguid así.
    Besos

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  3. gracias!!
    el siguiente capitulo esta en proceso...
    en cuanto este acabado lo subiremos al blog
    un besazo. muak.

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  4. WOWW! me encantaa!!!!!aviisame para el siguuiientee! ^^
    aquii te dejo mi blogg: http://pide-1-deseo.blogspot.com/ en el tengo una historiia :D

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  5. ehhh!!! K al final me lo e leido ;)
    a ver si me leo los siguientes jajaja
    y a ver si subis el 13 creo k era el bueno no??? jajaja
    bueno pues seguid asi bss

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